Shakespeare
una vez dijo: “Esclavos de lo que decimos dueños de lo que callamos”...
“La
palabra es un arma de doble filo. Puede seducir y enamorar al más escéptico o
derrotar y hundir al más valiente. La palabra queda dicha e impregna la
atmósfera que nos rodea. Puede llover o puede brillar el sol después de darla o
recibirla. Podemos sembrar la alegría y el odio, la esperanza y la ira. La
palabra nos condena y otros nos juzgan, nos esclaviza su sonido y su sentido.
El silencio nos exculpa, nos protege de las pugnas y los juicios, nos libera de
la responsabilidad de decir algo congruente y original, del peso de expresar
aquello que sentimos.
Somos
esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos. Pero que hermoso sería
poder sentirnos libres al hablar y liberar del silencio al que calla por miedo.
Usar las palabras adecuadas y adecuar nuestra mirada. No condenar la palabra al
mal uso que le damos y entregarnos a ella para expresar lo que pensamos.
Convertirla en melodía sin temer que la censuren, bailar con ella y admirarla.
Que hermoso sería componer una sinfonía que todos pudiesen escuchar y
compartir, disfrutar y transformar en canciones, cuentos o diálogos a cuatro
voces, a diez.
Que
hermosura romper la esclavitud y el silencio, escoger los pinceles más finos
para trazar el hilo de una conversación, los colores más puros para pintar los
pentagramas y las notas más sencillas para darles vida. Y al fin ser capaces de
entendernos”.
Irene
Montiel.
https://zarabanda.wordpress.com/2007/05/02/esclavos-de-lo-que-decimos-duenos-de-lo-que-callamos/
@69_william
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