lunes, 17 de diciembre de 2018

SALARIO EMOCIONAL




La manera en que trabajamos y vivimos esta cambiando y en el caso del ámbito laboral, uno de esos cambios es el impulso de las nuevas generaciones de colaboradores hacia una nueva forma de valorar las compensaciones que un trabajo les puede reportar. Partiendo de las necesidades elementales descritas por Maslow y sintetizadas por Herzberg, McClelland y Valderrama que desencadenan en el uso efectivo del tiempo empleando la contraprestación recibida fruto de una labor prestada.

El salario es sin ningún tipo de discusión una de las claves para atraer y retener talento pero por supuesto no es la única. Desde hace unos años el concepto de “salario emocional” está cobrando mayor relevancia; el salario emocional son todos aquellos beneficios no monetarios que una empresa ofrece a sus empleados además de su sueldo mensual; con el fin de satisfacer las necesidades personales, familiares y profesionales del trabajador, mejorando la calidad de vida del mismo, fomentando la conciliación laboral.

La productividad ya no es algo que se base solamente en la cantidad de horas que un empleado dedica a la empresa, sino en la motivación que el trabajador tenga en el momento de llevar a cabo su trabajo. Está claro que una de las principales motivaciones es el dinero. Sin embargo, son muchos los que prefieren un sueldo más ajustado a cambio de menos horas de trabajo y más tiempo para sí mismos. Es decir, prefieren la motivación emocional.

Los beneficios del salario emocional van desde disminución de los índices de rotación del personal, reducción de gastos en relación con la selección, formación y administración del personal, influencia positiva en los niveles de absentismo además de contar con empleados satisfechos, con elevados índices de productividad y competitividad.

El buen ambiente en el trabajo, la flexibilidad de horarios, la capacidad para escoger días de vacaciones, ayudas para guarderías o tickets de alimentación; elementos que no inciden en los pasivos laborales para fomentar el optimismo y la motivación, ya que tienen un importante impacto sobre el estado de ánimo del trabajador y por consiguiente de su productividad.

Esto en un entorno ideal; pero si nos referimos al caso Venezolano donde la rotación de personal en las empresas venezolanas refleja una tasa de entre 20% y 30% combinado por la elevada inflación, escasez de divisas, reducción de operaciones y del consumo en el país. Por lo que se vuelve razón estratégica para lograr los objetivos de negocios, tener capacidad de atraer y retener a los mejores talentos que en muchos casos se fijó como meta ir a vivir a otro país y está compuesto por jóvenes o millenials.

Las buenas prácticas para retener los mejores talentos en Venezuela destaca el tiempo que deben invertir las corporaciones en crear una cultura organizacional única e innovadora que permita al talento sentirse parte y comprometido con esa organización. En este tema, de acuerdo a los estudios en América Latina, los departamentos de recursos humanos de las empresas invierten 15% de su tiempo. Otro punto importante es la evaluación constante del desempeño laboral y la capacitación para “contar con súper gerentes en el país para hacer frente a este entorno súper complejo”.

Pero para el caso local venezolano es importante dar certidumbre a los trabajadores sobre el futuro de la empresa por medio de la migración del salario fijo a salarios variables con base a la contribución de cada uno de los trabajadores, para aquellos que tengan un amplio desempeño o un alto estándar de calidad; así como convertir a la empresa en un mejor lugar para trabajar.